Otra vez, “hackers” atacan a Google desde China
Todavía se ignora cómo operan estos piratas institucionalizados, cuáles son sus tácticas de ataque y qué sistema emplean para seleccionar objetivos. Pero Washington teme que una ciberguerra haya comenzado y, según Hillary Clinton, sea grave.
“Estamos investigando”, advirtió la secretaria de estado. El incidente que trastorna el clima diplomático deriva de una denuncia concreta, radicada por el megamotor de búsquedas Google. “Un grupo de hackers, probablemente actuando desde territorio chino, han intentado forzar el acceso a cuentas de importantes funcionarios occidentales vía el correo electrónico Gmail”, sostiene la empresa.
Por su parte. “Estados Unidos espera que el gobierno de Beijing ofrezca expliaciones” señala Clinton. Desde la capital imperial, empero, Hong Lei –vocero de la cancillería- rechazó este viernes “acusaciones intolerables e infundadas”. A su vez, la Casa Blanca confirmó el diagnóstico provisorio de Google y encomendó al buró federal de investigaciones (FBI) abrir un sumario en toda la regla.
La cuestión es ya lo bastante seria como para que Barack Obama siga con suma atención sus peripecias. Se trata no sólo de un episodio calificado de grave; tampoco es aislado Hace algunos días atrás, otros piratas intentaron colarse en las redes de computadoras de Sony (afectada en abril por un robo de millones de identidades en la red PlayStation 3) y Lockheed Martin. En su caso, los riesgos estratégicos empeoran: esta compañía es la principal fábrica norteamericana de armamentos.
Esa serie de actos sugiere que alguien está armando ofensivas cuidadosamente planeadas. Por su parte, Hong recalcó que “los ataques informáticos son un problema mundial y China también es víctima. Las nuevas acusaciones de Clinton carecen de asidero y quiza tengan motivos ocultos”.
Ahora bien ¿qué denunció Google? “Un plan para robar contraseñas en cientos de correos electrónicos (Gmail) de funcionarios. No sólo estadounidenses, sino además surcoreanos, formoseños e indochinos. La gama abarca asimismo disidentes chinos, militares y periodistas extranjeros”. De paso, el megabuscador reveló que –hace poco- había detectado y desbaratado “una campaña lanzada desde la ciudad de Jinan. Ahí opera un instituto informático controlado por el ejército”.
Llamativamente, los piratas apelan a un viejo truco llamado phishing. (“anzuelo virtual”). Consiste en burlar la casilla del blanco elegido haciéndose pasar por un conocido. Bajadas las defensas o franqueado el acceso a la computadora, el intruso busca los datos que necesita y los pesca.
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